Las casas farmacéuticas podrían haberse hecho de oro conmigo durante mis primeros días de lactancia. Que si cremas, aceites, conchas, pezoneras… Pocas medidas son suficientes cuando tienes los pezones en carne viva.
Cuando el simple roce de la camiseta o de la sábana te hacen ver las estrellas y gritar en idiomas que desconocías.
Las grietas en los pezones son un incordio.
Lo sé.
No solo he visto muecas de dolor reflejadas en las caras de cientos de mujeres, sino que he tenido la grandísima suerte (ironía modo ON) de vivirlas. De sentirlas en mi propia lactancia.
Ya ves, ¡soy matrona y también he tenido grietas en los pezones!
¿Y sabes cual es el mejor remedio para deshacerse de ellas?
Práctica, información y apoyo. Todo para asegurar que el bebé se agarra correctamente al pecho.
¡Así de simple!
No hacen falta grandes inversiones ni probar todos los productos del mercado. No existen cremas ni aceites mágicos.
En este artículo te voy a contar cuáles son las causas más comunes de las grietas en los pezones, cómo tratarlas e incluso qué puedes hacer para evitarlas.
¿Qué vas a encontrar aquí?
¿Qué son las grietas en el pezón?
Las grietas son heridas, más grandes o más pequeñas, que aparecen en la superficie del pezón.
Lo cierto es que a pesar de no ser normales, constituyen uno de los problemas más habituales durante la lactancia. Son muy, pero MUY dolorosas. Y es precisamente ese dolor, lo que lleva a muchas mamás a tomar la decisión de abandonar la lactancia.
Porque sí, seamos sinceras, a nadie le apetece poner a su bebé al pecho cuando tienes los pezones en carne viva. De repente, los beneficios de la lactancia pasan a un segundo plano y lo único que deseas es que ese dolor desaparezca.
La lactancia debe ser un momento agradable para ambos y en ningún caso debería doler. Si existe dolor, es necesario profundizar, identificar la causa y valorar qué podemos mejorar.
¿Cómo se clasifican las grietas?
Como hemos visto anteriormente, las grietas en el pezón son heridas, y como tal, es posible clasificarlas en función de las capas de la piel que se encuentran afectadas. No todas las grietas son iguales, y conocer el grado de lesión nos permitirá tratarlas de forma adecuada.
- Estadío I: Se trata de grietas muy superficiales que no afectan a ninguna de las capas de la piel. En este tipo de grietas la piel está íntegra. Sin embargo, el pezón tiene un color rojo intenso. Producen mucho dolor.
- Estadío II: Al igual que en el estadío I, se trata de grietas superficiales que afectan únicamente a la epidermis. Es posible observar pequeñas ampollas que contienen líquido, pero no existe aún ruptura de la piel. Son muy dolorosas.
- Estadío III: Afecta tanto a la epidermis como a la la dermis. En este tipo de grietas ya se observa una herida abierta en el pezón.
- Estadío IV: Generalmente son grietas relacionadas con la presencia de infecciones y bacterias que destruyen el tejido del pezón. No solo afecta a las capas más superficiales de la piel (epidermis y dermis) sino también a los tejidos subyacentes, incluyendo las terminaciones nerviosas. Motivo por el cual, no producen sensación de dolor.
¿Por qué aparecen las grietas en el pezón? Causas más comunes
Son muchos los motivos que pueden provocar la aparición de grietas durante la lactancia.
El bebé no se agarra adecuadamente al pecho.
La gran mayoría de las grietas se resuelven con pequeñas modificaciones de la técnica.
¿Cuáles son los signos de un buen agarre? ¿Cómo reconocer un buen agarre?
Puede que todo esto sea nuevo para ti. Por eso te explico en qué cosas debes fijarte para asegurar un buen agarre al pecho.:
- La boca debe estar bien abierta (formando un ángulo de unos 90 grados)
- Debe contener en su interior el pezón y también la areola
- Labios redondeados hacia afuera (como la boca de un pez)
- El mentón y la nariz deben estar tocando con tu pecho.
- Durante la succión, las mejillas deben estar redondeadas.
- El cuello del bebé permanece hiperextendido.
- No existe dolor durante la toma.
- Podemos oír y ver cómo el bebé traga
- No se escuchan chasquidos durante la toma.
- Tras la toma, el pezón debería salir alargado y no aplastado (como un pintalabios)
Existe una restricción en la movilidad de la lengua del bebé.
Me refiero al famoso y tan de moda frenillo lingual corto.
La lengua tiene un papel fundamental en la lactancia, ya que sus movimientos son esenciales para la extracción de la leche durante la toma. La lengua de bebés con frenillo lingual corto suelen llevar a cabo movimientos más restringidos, pudiendo provocar dolor y retirada ineficaz de la leche materna.
Dificultad en la boca del bebé que le impide agarrarse correctamente.
Por ejemplo en el caso de presentar retrognatia (tener la mandíbula hacia atrás), fisura labial o palatina.
Uso incorrecto del sacaleches.
Sí, lo que oyes.
Como diría mi abuela, ojo con los sacaleches que los carga el diablo. Al igual que debemos asegurarnos que el bebé se acopla perfectamente al pecho, en caso de utilizar un sacaleches, debemos de hacer lo mismo.
¡Cada pezón es un mundo! Por eso, elegir una copa de la talla correcta es fundamental para evitar cualquier tipo de lesión en la zona y asegurarse de estimular adecuadamente el pecho.
¿Cómo saber cuál es tu talla para el sacaleches?
Muy sencillo. Basta con medir la cara del pezón y añadirle a esa medida 2 cm (1 cm de cada lado).
Debes repetir este proceso en ambos pezones. Recuerda que las tetas son hermanas, pero no gemelas. Y puede darse el caso, que necesites utilizar una copa distinta para cada una.
Presencia de infección en la zona.
Existe una bacteria, llamada Estafilococo Aureus, a la que le encanta comer. Lo devora todo a su paso, no puede evitarlo. Es como un niño en una tienda de chucherías, ¡lo quiere todo!.
Es una bacteria que ataca a tu piel. Se la come.
Mordiscos
Tu bebé crece y aparecen los primeros dientes, dando por inaugurada la etapa caníbal.
Probablemente a estas alturas, tengas la técnica más que dominada. Las tomas se habrán vuelto algo más tranquilas. En fin, que todo parecía marchar de maravilla. Y de repente… Ouch!
Sientes como si te hubiese mordido una piraña. Probablemente tu primera reacción (completamente natural) sea gritar y retirar a tu bebé rápidamente del pecho.
Mi consejo es que intentes mantener la calma. Evita alzar la voz y apartarlo de forma brusca, ya que podría asustarse y rechazar el pecho. Si necesitas gritar y desahogarte, mejor hazlo en otra habitación.
Asegúrate de que abre muy bien la boca y que se encuentra relajado y distraído durante la toma.
A pesar de ser muy molesta, es importante entender que se trata de una etapa muy habitual que tiene que ver con su desarrollo, en ningún caso tienen intención de hacer daño.
Están explorando el mundo que les rodea y les fascina cada cosa nueva que van aprendiendo…
“Qué divertido, cierro la boca, aprieto los dientes y mi mamá salta por los aires. Voy a probar otra vez”.
Tratamiento de las grietas
Vale. Ahora que hemos visto por qué se producen las grietas y cómo se clasifican, vamos a lo verdaderamente importante y lo que realmente preocupa a las madres durante la lactancia…
¿Cómo puedo tratar las odiosas grietas una vez que aparecen?
En primer lugar, déjame decirte algo: “No existe NINGÚN remedio o crema milagrosa en el mercado para tratar las grietas”
¿Cómo?
Sí, sí. Lo que oyes.
Pero… ¿y qué pasa con la lanolina?, ¿y las cremas y los aceites?, ¿qué me dices de preparar los pezones durante el embarazo?
Olvídate de todo eso.
No hace falta frotarse los pezones con piedra pómez, ni con cepillos de cerdas especiales (solamente de pensarlo se me ponen los pelos de punta).
Lo sé, Internet está plagado de remedios caseros, cremas, y todo tipo de ungüentos (pomadas farmacéuticas) que prometen curar milagrosamente tus pezones. Parece que todo vale.
La realidad es que no hacen falta grandes inversiones, ni probar todos y cada uno de los productos del mercado hasta dar con el acertado. Es mucho más simple que todo eso.
Secreto de matrona: Lo más importante a la hora de lidiar con las grietas, es revisar la causa y asegurar que la técnica de lactancia es adecuada.
Consejos para despedirte de una vez por todas de las dichosas grietas
- Lo primero que debemos hacer es identificar la causa, ya que dependiendo de porque se produzcan, actuaremos de una manera u otra.
- En segundo lugar, debemos valorar la técnica de lactancia y mejorar (en caso de que sea necesario) el agarre y la posición del bebé. A veces, cambios en la postura de la mamá también pueden ayudar a mejorar el agarre.
- En cuanto al cuidado de la grieta, se recomienda lavar con agua y un jabón de pH neutro entre 2 o 3 veces al día. Asegúrate de secar bien la zona con papel, o si prefieres, también puedes utilizar una toalla o gasa limpia.
- Como cualquier herida, es importante evitar la humedad para favorecer la cicatrización del tejido.
- Deja los pechos al aire el mayor tiempo posible. En caso de utilizar conchas recolectoras, es preferible que utilices las de aireación (tienen unos agujeritos en la parte superior). Los discos de lactancia deberían cambiarse de manera regular para evitar que la humedad esté en contacto con la piel.
- Si existen, se deben retirar con mucho cuidado las capas de fibrina, que dificultan la cicatrización de la herida por segunda intención. Es decir, de dentro hacia fuera.
Este proceso puede resultar molesto o incluso doloroso para muchas mujeres, por eso es recomendable hacerlo tras una ducha para asegurar que la zona está bien humedecida y se desprende con mayor facilidad.
En el caso de que tras 2 o 3 días de aplicar las medidas anteriores, la grieta no presenta ninguna mejoría o existen signos de infección (como aumento de dolor, enrojecimiento, calor, fiebre) es recomendable acudir a tu centro sanitario más cercano para valorar la necesidad de iniciar tratamiento con antibióticos (bien sea en forma de pomada o pastillas).
Lo ideal en estos casos, sería realizar un cultivo de leche previamente, para poder identificar la bacteria responsable de dicha infección y elegir el tratamiento más adecuado.
No todas las grietas se producen por un mal agarre, por lo que en algunos casos será necesario trabajar en equipo y consultar a otros profesionales, como logopedas o fisioterapeutas, para que valoren más en detalle la situación.
Otras opciones
Parches de hidrogel
Debes saber, que los parches de hidrogel no están diseñados para tratar las grietas, sino para calmar y aliviar el pezón cuando está irritado, ya que en contacto con la piel producen un efecto frío.
Suelen durar 24 horas y se pueden utilizar en grietas de estadío I y II (siempre y cuando no sangren ni presenten signos de infección).
No están recomendados en estadíos superiores donde las grietas ya forman heridas abiertas. Puesto que se adhieren a la piel y podrían arrastrar el tejido de cicatrización al retirarlos.
Parches de glicerol
Los famosos Nursicare. La ventaja que ofrecen es que, a diferencia de los parches de hidrogel, se pueden utilizar en cualquiera de los 4 estadíos.
Estas almohadillas, combinan la acción de un agente limpiador (que se asegura de mantener la herida bien limpita) y glicerina, que se activa cuando entra en contacto con la humedad de la leche.
Esta combinación no solo permite aliviar la sensación de dolor, ya que actúan directamente sobre los nervios nociceptores (encargados de transmitir las señales de dolor al cerebro), sino que además, mantiene la herida en un grado óptimo de humedad, facilitando el proceso de cicatrización.
Otra ventaja, es que cada almohadilla puede utilizarse varias veces y solo sería necesario cambiarlas cuando se saturan completamente de leche.
Cómo prevenir la aparición de grietas en el pezón
Como ya has visto, a pesar de lo que hayas oído o te hayan contado, no existen en el mercado cremas ni remedios milagrosos para tratar las grietas.
¿Es posible prevenir la aparición de grietas durante la lactancia?
- Durante el embarazo infórmate todo lo que puedas sobre lactancia. Lee libros actualizados, artículos científicos, haz talleres o formaciones, acude a alguna sesión de grupos de apoyo en tu zona (Sí aunque estés embarazada puedes acudir). Tendemos a caer en el grandísimo error de que como la lactancia es algo natural, no hace falta prepararse. Y la realidad es que la lactancia no solo requiere preparación, sino también práctica, apoyo, tiempo y mucho respeto.
- Contacto piel con piel inmediatamente tras el parto. Como dice el neonatólogo Nils Bergman, “SEPARACIÓN 0”.
- Iniciar la lactancia materna lo antes posible.
- Favorecer el agarre al pecho espontáneo.
- Asegurar que la técnica de lactancia es adecuada.
- Pedir ayuda SIEMPRE que la necesites. Recuerda que nadie nace aprendido, y lo que para nuestras antepasadas era algo natural y totalmente instintivo, se ha convertido para nosotras en una conducta que debemos aprender. Al final, es como montar en bici. Si no dominas la técnica, las primeras veces te caerás y probablemente te hagas daño, pero con paciencia, preparación y apoyo todo irá rodado.
Mitos de las grietas en la lactancia
Hay muchos mitos en torno a la lactancia y un gran porcentaje son en torno a las grietas en los pezones.
En Google hay muchísima información, pero resulta complicado separar el grano de la paja. En el tema de la salud más aún. Mucha gente que da consejos no tiene ninguna titulación sanitaria, simplemente dice cosas que le han funcionado a ella.
Hoy en día es relativamente sencillo que un artículo se posicione en Google. No por aparecer el primero en la búsqueda va a ser verdad todo lo que comparte, ni mucho menos tener una base científica.
Muchos remedios que se comparten siguen intereses puramente comerciales.
Por eso vamos a ver alguno de los mitos más comunes para tratar las grietas en los pezones.
Lanolina
Seguramente hayas escuchado hablar de ella, o puede incluso que te hayan obsequiado con alguna muestra gratuita, ya que está considerado como el producto estrella para la “ prevención y el tratamiento” de grietas.
La lanolina que se utiliza en la lactancia, es una cera que se extrae de la lana de las ovejas. A pesar de las grandes campañas de marketing y de los empeños de las compañías por hacer creer a las mujeres que impregnar sus pezones con lanolina evitará la aparición de grietas, lo cierto es que no solo no existe evidencia científica fiable que avale su eficacia. Sino que además, su uso en estos casos sería contraproducente.
¿Por qué no te recomiendo lanolina para las grietas en los pezones?
- Mantiene la herida húmeda, retrasando la cicatrización natural y favoreciendo el crecimiento de bacterias nada amistosas.
- Al tratarse de una cera, es bastante resbaladiza. Esto puede provocar que la boca del bebé se deslice continuamente, dificultando el agarre correcto y agravando el problema.
- Contienen perfumes que disimulan el olor natural del pecho, lo que dificulta que el bebé identifique el lugar donde debe mamar.
Cremas para los pezones
Si buscamos en Google “cremas para los pezones lactancia” encontraremos mil y un productos (innecesarios) en los que gastar nuestro salario.
Pero, ¿realmente funcionan?
No. De nada sirve untar los pezones con cremas, aceites o cualquier otro tipo de ungüento (o pomada) si no hemos corregido el problema de base.
Te voy a poner un ejemplo. Imagina que dejas brotar tu vena MasterChef, y te pones a cortar cebolla sin prestar atención a la técnica, por lo que te acabas haciendo un corte. Por muchas tiritas que te pongas las próximas veces que cocines, si no modificas y prestas atención a la técnica te seguirás haciendo daño.
¿Por qué no te recomiendo estas cremas para las grietas en los pezones?
- Algunas de estas cremas incluyen en su composición anestésicos, que podrían provocar que la lengua y boquita del bebé pierda cierta sensibilidad.
- Algunas contienen vitamina E, que favorece la cicatrización pero que en grandes cantidades pueden resultar tóxicas para el bebé.
- Al igual que sucede con la lanolina, contienen perfumes que pueden confundir al bebé.
Preparación de los pezones durante el embarazo
Todavía es frecuente escuchar eso de que las mujeres deben prepararse los pezones para la lactancia:
“Hacer callo”
“Frotarlos con piedra pómez”
“Frotar los pezones con cepillos de crin de caballo”
Todo para que se vuelvan fuertes, duros y resistentes a todo. Paro ya. Porque de verdad, duele solo de pensarlo. La realidad es que no hace falta preparar el pecho de ninguna forma (ni siquiera si tienes los pezones planos o invertidos).
Durante el embarazo, la glándula mamaria se desarrolla y comienza a prepararse para la lactancia.
Además, alrededor de la areola, se encuentran las glándulas de Montgomery que se encargan de lubricar e hidratar el pezón de manera natural.
Aplicar unas gotas de tu propia leche
Esta práctica no constituye un mito en sí, pero lo incluyo porque hay que tener mucho ojo con esto,. Se suele recomendar a todas las mujeres con independencia del motivo o tipo de grieta.
En caso de grietas que presentan una herida abierta o con signos de infección no se recomienda, sino que sería necesario llevar a cabo las medidas citadas anteriormente.
Las grietas solo se producen al inicio de la lactancia
¡ERROR! La aparición de grietas suele ser más habitual al inicio de la lactancia, es verdad.
Pero como hemos visto, son muchos los factores que pueden favorecer su aparición, como las mordeduras del bebé o el uso incorrecto del sacaleches entre otros, por lo que pueden aparecer en cualquier momento.
Conclusiones
Hay muchos mitos en torno al tratamiento de las grietas en los pezones y cómo evitarlas. Pero, lo mejor que puedes hacer para evitarlas es asegurarte de que la técnica de lactancia es la correcta.
Ese es el remedio más efectivo, más económico y más duradero que existe.
Si necesitas, pide ayuda. No intentes librar esta batalla tú sola. Dar el pecho es duro y no es fácil. No nacemos aprendidas, pero con ganas de aprender, apoyo y ayuda es más sencillo.
No te fíes de todo lo que lees en Internet. Mucha información que encontrarás será interesada y mucha no estará respaldada científicamente ni por estudios.
En caso de duda, consulta a un especialista, pero asegúrate de que está especializado en lactancia materna y se ha reciclado recientemente. No por el hecho de ser médico, enfermera ni matrona se tienen conocimientos de lactancia materna, ya que lo que se da en la universidad son conceptos muy básicos.
Si tienes alguna duda, puedes ponerte en contacto conmigo.
He preparado un mini-curso gratuito sobre lactancia materna. Es solo para suscriptoras. Si te interesa, puedes apuntarte en el cajetín que aparece debajo del artículo. O si lo prefieres, en esta página tienes toda la información sobre el mini-curso gratuito de lactancia .
El curso es por email. Cada día recibes un consejo.
Para que consigas dar el pecho con éxito, tienes que dedicarle tiempo cada día. A pesar de ser algo innato, dar el pecho es sencillo, pero no es fácil.
Cuéntame en los comentarios, ¿cómo prevenir las grietas en el pezón? ¿te han recomendado alguno de estos mitos como «técnicas infalibles»?
Soy madre y matrona.
Mi objetivo es dar a las madres la información y atención necesarias para que se sientan tranquilas y disfruten de una experiencia única e irrepetible.