Pero… ¿tu bebé no duerme en la cuna?
Deberías despertarlo. Si duerme tanto por el día, te vas a pasar la noche en vela.
¿Que duerme del tirón? No puedes dejar que tu bebé duerma tanto.
En torno al sueño de bebé hay muchos mitos. La información es escasa y los opinólogos están deseando aportar su granito de arena. Pero…
¿Qué hay de cierto en todo eso?
El tema del sueño es uno de los temas que más preocupan a la mayoría de padres. Sobre todo a los primerizos.
- Es que yo si no duermo 8 horas, no soy persona.
- Pues pensé que iba a ser peor. No estoy durmiendo tan mal como me imaginaba.
Este tipo de frases me las encuentro muy a menudo. El sueño preocupa y mucho. Incluso mucho antes de dar a luz. Y con razón. Porque el sueño es una parte fundamental de nuestras vidas y la de nuestros bebés. Pero no se suele hablar tanto de ello como se debería.
En los cursos de preparación al parto ni se menciona. La información en Internet es escasa y contradictoria.
Por eso en este artículo te voy a contar todo lo que debes saber sobre el sueño del bebé en sus primeros meses de vida. Para que puedas estar tranquila y poner todo de tu parte para que tu bebé tenga el sueño necesario y de calidad. Porque así se desarrollará mucho mejor, estará menos irascible y todos ganaréis en calidad de vida.
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¿Qué es el sueño o porqué es importante dormir?
El sueño es un proceso vital, todos los seres humanos necesitamos dormir. Unos dormirán más y otros menos. Unos tendrán mayor facilidad que otros para quedarse dormidos. Pero todos lo necesitamos por igual.
Ya que el sueño tiene un grandísimo impacto en nuestra salud tanto a corto como a largo plazo.
De hecho, existen estudios que relacionan la falta de sueño con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud como infecciones, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes o incluso obesidad.
Son muchos los misterios que esconde el sueño, ya que a pesar de que los científicos llevan décadas investigando el por qué de esta curiosa necesidad, a día de hoy seguimos sin saber realmente por qué llegado el momento dado todos necesitamos dormir.
Lo que sí sabemos es que, durante el sueño, tienen lugar una serie de procesos importantes que ayudan a mantener el funcionamiento correcto del organismo.
El sueño no solo tiene funciones a nivel del sistema nervioso, sino que afecta también a otros órganos y sistemas del cuerpo.
¿Cuáles son las funciones del sueño?
La función de Limpieza
En primer lugar, nos permite eliminar las toxinas y sustancias de deshecho que se van generando en el cerebro a lo largo del día.
Es por decirlo de alguna manera, algo así como la chica de la limpieza, que lo mantiene todo reluciente y en perfecto estado.
La función de Biblioteca
Dormir favorece el aprendizaje y permite consolidar la memoria.
Cuando dormimos, el cerebro se pone manos a la obra y analiza uno por uno los sucesos que hemos vivido a lo largo del día y los filtra. Es decir, selecciona minuciosamente los recuerdos importantes que considera debemos conservar y elimina aquella información irrelevante.
Un sueño reparador se relaciona con mayores niveles de atención, permite tomar buenas decisiones y repercute positivamente en el estado de ánimo.
Por el contrario, la falta de sueño, no solo implica mayor dificultad para resolver problemas, memorizar conceptos, concentrarse, sino que también influye en el estado de ánimo y emocional, aumentando el riesgo de desarrollar conductas de riesgo o trastornos psicológicos como la depresión.
Según, un artículo publicado por la Fundación de Sueño (Sleep Foundation) el hecho de no dormir lo suficiente puede disminuir la capacidad de aprendizaje en un 40%.
La función de Arquitecto
El sueño también permite la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad innata que tiene el cerebro de cambiar su estructura y el modo en el que trabaja para poder adaptarse al ambiente de forma mucho más efectiva.
Cada vez que dormimos, en el interior del cerebro se crean miles de conexiones nuevas, permitiendo que la información se transmita más rápidamente.
Esta capacidad de plasticidad es especialmente importante en los bebés, ya que nacen tan solo con un 25% del cerebro desarrollado.
Por ello, necesitan más horas de sueño en comparación con un adulto.
La función de Batería
No cabe duda de que dormir, nos hace sentir bien y nos permite recargar al máximo los niveles de energía.
La función de Producción de hormona.
El sueño permite mantener el equilibrio en la producción normal de hormonas, como sería el caso de las hormonas de crecimiento, o la Leptina y la Grelina, las hormonas encargadas de regular el hambre y la saciedad.
También de la insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en sangre, modifica sus niveles durante las distintas fases de sueño.
Esto explicaría, porque aquellas personas que presentan problemas de sueño tienen mayor riesgo de desarrollar sobrepeso, obesidad o Diabetes.
Recientemente se ha visto, que dormir también es importante para regular el sistema inmunitario. Esto hace que las personas que no presentan unos buenos hábitos de sueño, tengan mayores probabilidades de desarrollar infecciones.
Por lo tanto, podemos decir que sí, es muy importante dormir, pero es igual de importante asegurar que esas horas de sueño han sido reparadoras.
¿Y cómo funciona el sueño? Los ciclos de sueño
No cabe duda de que el tema del sueño en los más pequeños es algo que envuelve a los padres en un auténtico mar de dudas.
Las expectativas sociales sobre cómo debería de ser el comportamiento y el sueño de los bebés tampoco lo ponen nada fácil.
¿Y por qué te digo esto?
Pues porque el sueño en los bebés no tiene nada que ver con el sueño en los adultos. Por lo tanto, esperar que no se despierten para comer o duerman toda la noche del tirón con tan solo 3 días de vida, es como pedirle peras a un limonero.
Para que comprendas mejor cómo funciona su sueño y que aspectos hacen que sea tan característico, es necesario que entiendas primero cómo funciona el sueño en los adultos.
De esta forma, no solo comprenderás mejor el comportamiento de tu bebé, sino que te permitirá fijar expectativas realistas sobre qué esperar durante los primeros meses de vida.
Vamos allá.
Las fases del sueño
Cuando dormimos, los adultos transitamos dos fases de sueño diferentes:
- Una fase de sueño profundo (o fase NO REM)
- Y una fase de sueño activo (o fase REM)
La fase de sueño profundo (o sueño NO REM), se divide a su vez en 3 períodos diferentes.
Primera fase de sueño (NO REM)
Para que te resulte más sencillo de comprender, las fases de sueño son algo así ir como bajando los escalones de una larga escalera.
El sueño es un proceso cíclico, es decir, nos pasamos cada noche, subiendo y bajando escalones y adentrándonos en fases más o menos profundas de sueño REM y no REM.
Durante esta primera fase te encuentras justo en el punto de partida, a medio camino entre el sueño y la vigilia. Es decir, que aún no estás completamente dormido, pero tampoco despierto.
Seguro que has tenido esa sensación de flotar en una especie de “limbo” cuando empiezas a quedarte dormido.
Durante esta etapa, el sueño es todavía muy ligero, por lo que es habitual despertarse ante cualquier clase de ruido o sobresalto.
Es una fase muy cortita, ya que solo dura de 5 a 10 minutos.
Segunda fase de sueño (NO REM)
Poco a poco vas bajando pequeños escalones y adentrándote en fases algo más profundas de sueño.
A diferencia de la anterior, esta segunda fase dura mucho más tiempo. De hecho, es en la que más tiempo vas a permanecer a lo largo de la noche, ya que representa el 50% del sueño nocturno total.
Tu cuerpo se relaja, la temperatura corporal disminuye y pierdes poco a poco la conciencia.
Tercera fase (NO REM)
Sigues descendiendo y dando pequeños pasitos hacia una fase mucho más profunda.
Tu cuerpo se encuentra completamente relajado y en un estado total de inconsciencia. Durante esta etapa, suelen aparecer las pesadillas, los terrores nocturnos o incluso los episodios de sonambulismo.
Es de hecho, el peor momento en el que te puedes despertar, ya que, de hacerlo, te sentirás completamente desorientado y aturdido.
Esta tercera fase suele ser más habitual en la primera mitad de la noche.
Es decir, que generalmente durante la primera mitad de la noche entramos en fases de sueño más profundas, mientras que durante la segunda mitad permanecemos en fases más ligeras, de las que resulta más sencillo despertar.
Vamos a ver ahora que características presenta la fase de sueño activo o REM.
La fase de sueño REM (o sueño activo)
Su nombre hace referencia a sus siglas en inglés: Rapid Eye Movement o lo que es lo mismo, “movimiento rápido de los ojos”, un proceso muy característico que se produce únicamente durante esta etapa.
Durante muchos años se ha creído que el sueño era un proceso pasivo, en el que simplemente el cuerpo y la mente se desconectaban del entorno que les rodeaba. Sin embargo, a día de hoy sabemos que no es así, y el sueño es de todo menos un proceso pasivo.
De hecho, un dato muy curioso de esta fase es que, a pesar de que tanto las piernas como los brazos están completamente inmovilizados, a nivel cerebral están sucediendo muchas cosas. Y durante esta fase REM, el cerebro, presenta la misma actividad que cuando la persona se encuentra despierta.
Además, a diferencia de las fases anteriores en las que todo era calma y relajación, ahora la respiración se acelera, y aumentan la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
A lo largo de la noche, un adulto sano suele realizar 5 ciclos de sueño. Y cada uno de estos ciclos, dura entre 60 y 90 minutos.
Es decir, que, durante ese tiempo, vamos a ir pasando de fases de sueño más ligero a más profundo.
Pero ¿y qué sucede entonces con los bebés?
Fases del sueño de los bebés
Porque como te adelantaba al principio, su sueño es algo diferente al nuestro.
Durante los primeros meses, suelen tener un patrón bastante desorganizado y no siguen ninguna rutina clara.
Vamos, que se pasan el día durmiendo y les da lo mismo que sea de día o de noche. Siempre es buen momento para echar una cabezadita.
Pero, ¿por qué sucede esto?
En primer lugar, los recién nacidos tienen un sueño bifásico. Es decir, nacen con tan solo 2 fases de sueño (recuerda que los adultos transitábamos varias fases diferentes)
Sus ciclos de sueño son mucho más cortos, ya que duran aproximadamente 45 minutos en los recién nacidos y a medida que van creciendo se alargan un poquito más, alcanzando los 60 minutos en bebés pequeños.
Además, ellos suelen pasar la mayor parte del tiempo en fases de sueño más ligeras. Por lo tanto, el hecho de que tu bebé se despierte a menudo y con facilidad es algo totalmente normal. Tiene que ver con una cuestión de supervivencia, se despiertan para garantizar que sus necesidades básicas están cubiertas: sed, hambre, protección y sentir el contacto físico con mamá.
Otra particularidad importante es que su sueño es ultradiano, es decir, duermen con independencia de que sea de día o de noche.
A diferencia de los adultos, que seguimos un ritmo circadiano, en el que el sueño está regulado por la exposición a luz y la oscuridad. Es decir, dormimos por la noche, y permanecemos despiertos durante el día.
Hasta los 3 o 4 meses los bebés no son capaces de diferenciar entre el día y la noche, es por eso que sus patrones de sueño suelen ser muy irregulares y duermen, a todas horas, haya luz u oscuridad.
A medida que van creciendo, su sistema nervioso se va desarrollando e incorporan progresivamente nuevas fases de sueño hasta alcanzar las mismas fases que un adulto.
Por eso, es importante fijar expectativas realistas y entender que dormir no aparece de forma natural para los bebés.
Principalmente porque aún no disponen de la estructura necesaria para dormir toda la noche del tirón.
Si lo hacen genial. Pero lo normal, lo habitual es que se despierten de forma frecuente y que, en esos primeros meses, su patrón sea muy irregular, incluso caótico. Para ellos aprender a dormirse solitos supone un proceso de aprendizaje, que requiere tiempo, paciencia y mucho respeto.
Y vamos ahora con la pregunta del millón
Horas de sueño del bebé: ¿Cuántas necesita dormir?
Los bebés al igual que los adultos, necesitan dormir y necesitan sentir que esas horas de sueño han sido reparadoras.
De lo contrario, aumenta el llanto, el mal humor, se vuelven irritables, se enfadan, pueden tener dificultades para aprender, memorizar o incluso desarrollarse adecuadamente.
Los primeros meses necesitan muchas más horas de sueño. Su cerebro se va a desarrollar a pasos agigantados, construyendo millones de conexiones neuronales nuevas cada día.
Por lo tanto, es muy importante asegurar que respetamos las horas de sueño, tanto durante el día como durante la noche, para permitir que su organismo pueda llevar a cabo las funciones necesarias para un crecimiento y desarrollo adecuado.
A medida que van creciendo, sus necesidades se modifican y de forma progresiva las horas de sueño que necesitan van reduciéndose poco a poco. Hasta que alcanzan las 7-9 horas de sueño diario, que sería la cantidad de horas que necesita un adulto sano.
¿Cómo instaurar hábitos de sueño saludables?
Lo cierto es que a pesar que el sueño es un proceso natural y fisiológico, implica cierto aprendizaje y por tanto requiere cierto tiempo y paciencia, para que se vaya construyendo poco a poco y aprendan a dormirse de forma autónoma.
Sin embargo, existen muchas cosas que como padres podéis realizar para asegurar que desarrolla unos hábitos saludables en relación al sueño.
La planificación y la organización son las piezas clave y, por tanto, debes prestar mucha atención a:
1. El ambiente
Es decir, el lugar en el que dormirá el bebé.
El lugar que escojáis dependerá de vuestras preferencias y necesidades personales, hay quien prefiere dormir con el bebé y hay quien no. Pero es muy importante que te asegures que resulta agradable.
Ten en cuenta que para dormir tu bebé necesita oscuridad, una temperatura agradable y silencio, por lo que deberás retirar cualquier estimulo luminoso o sonoro.
2. Las rutinas y rituales de sueño
La planificación es probablemente uno de los pilares fundamentales para sentar las bases de un sueño reparador y por lo tanto, es aconsejable que diseñes una rutina acorde a las necesidades y edad de tu bebé, asegurándote que recibe las horas de sueño nocturno y diurno que necesita.
Puedes tomar como referencia las recomendaciones que te compartía en la tabla anterior.
También es importante comprender el concepto de ventanas de sueño.
Es decir, el tiempo que se recomienda que pase despierto entre cada sueño en función de su edad. Respetar estas ventanas es importante para evitar que se muestre extremadamente cansado, se vuelva irritable y resulte mucho más complicado el dormirlo.
Y ¿qué es eso del ritual de sueño?
Pues es una secuencia de actividades, más o menos parecidas que vas a repetir cada noche antes de acostar a tu bebé: darle la toma de pecho, biberón, bañarlo, darle un masaje, contarle un cuento, etc.
En bebés mayores de 6 meses esta rutina debería durar entre 45minutos y 1 hora y en bebés más pequeños un poco menos.
Es recomendable llevar a cabo las mismas actividades en el mismo orden.
De forma que, con el paso del tiempo, sean capaces de predecir qué sucederá después e identificar fácilmente que ha llegado el momento de irse a dormir.
Puedes elegir aquellas que más os gusten, no existen reglas. Únicamente asegúrate de escoger actividades relajantes, ya que no queremos estimularlo demasiado.
3. Los periodos de actividad y ejercicio físico
Es igual de importante descansar como asegurar ciertos periodos de actividad.
Cuando tu bebé está despierto, se recomienda que llevéis a cabo actividades adecuadas a su edad. Como salir a pasear para que este expuesto a la luz solar, ir al parque o colocarlo sobre una colchoneta en el suelo para que pueda jugar y ejercitar la musculatura.
Espero que este artículo te haya ayudado a resolver todas las dudas sobre el sueño del bebé. Es un tema complejo, del que no se suele hablar y no hay mucha información.
Entender estas pautas y poner en práctica estos consejos te pueden ayudar a crear unos hábitos de sueño más saludables y que tu bebé descanse más y mejor. De todas formas, crear una rutina y unos buenos hábitos no es rápido ni sencillo. Requiere tiempo y dedicación.
Así que, paciencia porque el resultado merece mucho la pena.
Si quieres profundizar más sobre el sueño infantil para así tener más recursos e información para establecer en tu bebé unos hábitos de sueño saludables que le ayuden a desarrollarse mejor y os permitan descansar más, échale un ojo a esto. Os puede ayudar mucho.
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Cuéntame en los comentarios qué te ha parecido el artículo y si conocías todo esto sobre el sueño del bebé en los primeros meses. Si tienes alguna duda déjala en un comentario o si es más personal me puedes contactar aquí.