Quizás no habías escuchado hablar del suelo pélvico nunca hasta ahora que… ¡Pum! Es estar embarazada y escucharlo en todas partes.

Que si lo comentan otras amigas que ya hayan sido madres. Quizás te lo mencione tu matrona, tu gine e incluso puede que lo leas en mil post de Instagram.

Pero puede que aunque todo el mundo ahora hable de ello y aparezca por todas partes a tu alrededor (como cuando te quieres comprar un coche rojo, por ejemplo, y de repente sólo ves coches rojos) no tengas muy claro qué es eso del suelo pélvico.

¿Yo tengo de eso? – Te preguntarás.

Es más, y cómo lo vas a cuidar si no tienes muy claro ni lo que es.

En este artículo una persona que sabe mucho del tema, como es mi compañera Almudena, lo va a solucionar.

Almudena es fisioterapeuta especialista en abdómino-pelvi-perineología (Suelo Pélvico).

En este post te va a explicar qué es el suelo pélvico, qué funciones tiene, cuáles son los principales cambios que sufre el suelo pélvico en el embarazo y cómo puedes cuidarlo para evitar grandes problemas en el futuro.

¿Preparada?

¡Comenzamos! ?

¿Qué vas a encontrar aquí?

Suelo pélvico: ese gran desconocido

Antes que nada, me gustaría que, sin juzgarte ni sentir vergüenza te toques un poco. ¡Eh, sin pensar mal!

Venga, si puedes ponte de pie y sino hazlo sentada o visualízalo en tu mente. Toca con ambas manos (si fuese posible) el pubis. Esa parte ósea que notas en la parte inferior de tu abdomen palpando justo encima del Monte de Venus.

¡Genial, ya lo tienes localizado!

dónde se encuentra el suelo pélvico

Ahora sigue con la yema de tus dedos palpando todo el recorrido (hacia un lado y hacia el otro) de todo el reborde óseo hasta llegar a dos salientes o protuberancias óseas casi en la horizontal de tu ombligo. Ten en cuenta que depende mucho de cada persona y, sobre todo, de la semana de embarazo que estés, pero por tener una pequeña guía.

Esto que tocas se llama espina ilíaca anterior.

Si sigues palpando hacia atrás, van descendiendo y aproximándose un lado al otro hasta llegar a esos hoyuelitos que tiene algunas personas (quizás tú también). Esto es la articulación sacro-ilíaca.

Es decir, donde se une el ilíaco (uno a cada lado, y es aquello que venimos recorriendo desde el pubis) y el sacro (una fusión de lo que en algún momento fueron vértebras separadas).

Nos queda una última cosa por localizar y, para ello, ahora voy a pedir que te sientes y pongas las manos debajo de ti y apartes un poquito las nalgas para notar mejor el contacto de “una bolita” a cada lado justo encima de tu mano.

Estas superficies óseas sobre las que no sentamos se llaman isquiones. Sí, ahí se insertan (anclan) los isquiotibiales. De ahí que puede que te suene el nombre.

Estupendo. Ahora después de todo este recorrido que hemos hecho juntas has localizado: ¡¡TU PROPIA PELVIS!!.

partes de la pelvis para ubicar el suelo pélvico

¿Lo habías hecho alguna vez?

¿Eras consciente de tu propia pelvis, su contorno y tus propias peculiaridades?

¿Qué es el suelo pélvico?

El suelo pélvico es el conjunto de fascias, ligamentos, vísceras, vasos sanguíneos (arterias y venas) y nervios que estás dentro de esta pelvis que acabas de localizar y la musculatura que tapiza toda la parte inferior de esta. Por eso, suelo pélvico.

Es la parte inferior de esta pelvis. Muchas veces se simplifica a la hora de hablar de suelo pélvico a solamente la musculatura, pero recuerda que todo el resto de estructuras que te cite antes es también parte del suelo pélvico.

Si unimos 4 puntos que acabamos de localizar: pubis, isquiones y sacro (junto con su cóccix) obtenemos una especie de rombo. Ahí tenemos a nuestra musculatura. Esta musculatura se divide en tres planos: superficial, medio y profundo.

el suelo pélvico se encuentra en el interior de la pelvis

¿Qué funciones tiene el suelo pélvico?

Hablando especialmente de la musculatura, pero también del resto de estructuras que lo componen, el suelo pélvico tiene cuatro funciones principales . ¿Te atreves a nombrarlas antes de seguir leyendo?:

1. Función de Continencia

Se encarga de la continencia de heces, gases y orina, y el correcto funcionamiento de estas. Por tanto, si hay una alteración en esta función nos podemos encontrar con pérdidas de heces, gases y/u orina, pero también al contrario, incapacidad para ir al baño a orinar, dificultad para vaciar por completo la vejiga, estreñimiento…

2. Función sexual

La inervación neurológica (los nervios, para entendernos), los vasos sanguíneos (arterias y venas) y la musculatura superficial se encarga de la erección del clítoris (o del pene en caso de las personas con él) y del mantenimiento de la misma. Una alteración en esta función recaerá sobre dificultades en la esfera sexual como dolores al mantener las mismas, disfunción eréctil…

3. Función reproductiva

Esta es especialmente la de todo el proceso de embarazo y, sobre todo, el parto. Uno de sus papeles es el reflejo de eyección (le dejo a Sara para que os cuente qué es esto en otro momento).

4. Función de sostén

Esta es la función estrella. Y es que nuestro suelo pélvico (musculatura, fascia y ligamentos en especial) se encarga de mantener nuestras vísceras (uretra, vejiga, útero/próstata, vagina y recto) en su sitio.

Cuando existe una alteración en esta función es cuando aparece lo que se conoce como prolapso (que es una herniación o descenso de dichas vísceras a través del canal vaginal o del ano).

ubicación de la pelvis para detectar el suelo pélvico

¿Cuáles son los principales cambios del suelo pélvico en el embarazo?

El embarazo es una de las fases vitales más retadoras para el suelo pélvico. Por resumir, esto se debe a tres grandes cambios:

1. Niveles hormonales

Como seguramente te explique Sara, tu gine, tu nutri (o sino para eso estoy por aquí) existen grandes cambios en los niveles de estas. Principalmente en la relaxina y la progesterona.

Estas diferencias de sus niveles habituales, favorecen que tus articulaciones tengan más amplitud “ablandando” tus ligamentos y músculos.

Esto viene estupendo (y es un proceso completamente natural y muy sabio del cuerpo) para permitir mayor movilidad especialmente en las articulaciones de la pelvis favorecer el paso del bebé a lo largo del canal del parto. Pero (sí, tiene un inconveniente) esto es un factor de riesgo para tu suelo pélvico.

los niveles hormonales durante el embarazo afectan al suelo pélvico.

2. Gestión de mayor peso

No, subir de peso no tiene por qué se malo de por sí. Siempre que tú te encuentres bien, tus analíticas estén correctas y tu matrona así te lo indique, no tienes que obsesionarte por el control del peso.

Lo que sí que hay que entender, que a tu suelo pélvico le llegará mayor carga y para ello debe mantener un buen tono y una buena fuerza. No, no son lo mismo el tono y la fuerza, pero eso te lo explico otro día.

3. Cambios posturales

El crecimiento de la barriga, conjunto con ese “ablandamiento” en ligamentos y músculos, supone algunos cambios en tu postura habitual como serán (de forma genérica, pero recuerda que somos únicas y, por tanto, hay que individualizar cada caso) un aumento de la curvatura lumbar. Esto es lo que se conoce como hiperlordosis lumbar.

los cambios posturales durante el embarazo afectan al suelo pélvico.

Un “giro” de la pelvis hacia adelante (anteversión pélvica) y un cambio en el centro de gravedad.

Todo esto, conjunto con un posible abdomen más débil y un diafragma más tenso, nos va a llevar a un cambio en la biomecánica habitual del abdomen y la pelvis. Y por ello, un cambio en la distribución de las cargas, ejerciendo una mayor presión en ciertas zonas de la pelvis (vejiga y uretra, sobre todo) de una forma que sin gestar no debería.

 

¿Cuándo debería acudir a fisioterapia?

Ahora, después de entender qué es, qué funciones (y disfunciones) tiene y qué cambios sufre el suelo pélvico; te preguntarás cuándo debemos acudir a un fisioterapeuta. Digamos, que existen dos pilares fundamentales para ir a fisio:

Prevención

  • Aprendizaje sobre el suelo pélvico, el abdomen, la pelvis y cómo prevenir disfunciones en estos manteniendo en buenas condiciones de movilidad, tono y fuerza (entre otros).
  • Control de la postura: evitando llevarnos a posturas “muy exageradas”
  • Orientación de la actividad física y el deporte
  • Psicoprofilaxis obstétrica: gimnasia perinatal, respiración, relajaciones…

Almudena Fernández Larrañaga: fisioterapeuta especializada en suelo pélvico durante el embarazo

Tratamiento

  • Patologías dolorosas musculo-esqueléticas: dolor sacroilíaco, pubis, vertebral, cóccix, lumbalgias…
  • Disfunciones (alteraciones en una o más de las funciones que ya hemos visto) del suelo pélvico.

Dicho esto, me gusta decir que nunca es demasiado pronto y nunca es demasiado tarde. ¿Lo ideal? Que empieces cuanto antes. Es más, aconsejamos incluso antes del embarazo, por si hay alteraciones que trabajar antes e iniciar la gestación en el punto más óptimo posible. Sino, en cuanto sepas que estás embarazada puedes acudir (consultando antes con tu gine o matrona). Hay quien da el ok desde un principio, y hay quien prefiere esperar a la semana 12.

consulta a la fisio cómo cuidar el suelo pélvico en el embarazo

Consejos para cuidar tu suelo pélvico

Venga, que ahora después de tanta parrafada al menos llevarte algún pequeño “tip” para cuidar tu suelo pélvico, ¿no?

Estos que vamos a ver, los puedes aplicar en la mayor parte de momentos de tu vida, no son exclusivos del embarazo:

  • Lleva un correcta alimentación.
  • Realiza ejercicio a diario: se recomienda ejercicio aeróbico 20-30 mins diarios (puede ser caminar, bailar…) y de fuerza 2 veces a la semana.
  • Mantén un peso óptimo.
  • Utiliza un taburete o escabel (o lo que tires de imaginación) cada vez que vayas al baño para elevar tus pies.
  • Evita el estreñimiento.
  • Mantén un consumo adecuado de fibra (consulta con tu nutricionista).

la alimentación afecta al suelo pélvico

  • Usa productos de higiene menstrual (no en el embarazo, claro, pero te la dejo aquí para el futuro) que sean respetuosos con tu microbiota vaginal (como la copa menstrual, compresas de tela, bragas menstruales, esponjas…). Elimina, en la medida que te sea posible compresas y tampones comerciales.
  • No uses salvaslip diario: no, no es “más higiénico” llevarlos, al contrario
  • Duerme sin bragas
  • No uses jabón al lavarte
  • Evita el uso ropa ajustada
  • Utiliza ropa interior de algodón
  • Bebe abundante agua
  • Reduce el consumo de cafeína y teína (irritan la vejiga)
  • Masturbarse y tener orgasmos es el mejor ejercicio para el suelo pélvico (y para una misma)

la cafeína y la teína afectan al suelo pélvico

Espero que todo lo que hemos descubierto juntas en este artículo te haya parecido de interés y resultado de ayuda para resolver esa gran duda de qué es el dichoso suelo pélvico y por qué debería cuidarlo en el embarazo. No era el objetivo de este texto, pero ten en cuenta que es MUY IMPORTANTE valorarlo y cuidarlo en el postparto. Eso, si te interesa, déjanoslo en los comentarios y hacemos un artículo en el futuro.

Puedes encontrar más información sobre cómo trabajar el suelo pélvico en el embarazo aquí.

Si tienes alguna duda sobre tu caso, no te quedó claro algo del artículo o quieres profundizar, aquí puedes contactarme.

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