Después de unos inicios algo intensos, por fin, parecía que lo tenías todo bajo control con la lactancia.
Y de repente algo pasa y tu bebé cambia de comportamiento.
Lo notas más irritable, demandante, llora, incluso hay momentos en los que parece rechazar el pecho. Y no entiendes qué le pasa.
¿Serán gases? ¿El reflujo? o ¿será que me he quedado sin leche?
Probablemente se trata de una crisis de lactancia. Lo sé, el nombre no es muy tranquilizador que digamos. Muchas mujeres piensan: no se supone que esto de la lactancia era algo maravilloso y natural. ¿Por qué ahora de repente mi bebe entra en crisis?
Pues todo esto y mucho más te lo explico en este artículo, para que puedas detectar si realmente se trata de una crisis de lactancia.
¿Qué vas a encontrar aquí?
¿Qué son las crisis de lactancia?
Seamos sinceras, así para empezar, el nombre de “CRISIS” asusta y preocupa.
Pero aunque suena algo mal, es un término que se utiliza para describir etapas en las que la producción de leche se modifica. Es decir, tu bebé atraviesa brotes de crecimiento, en los que necesita comer más, y esto es algo natural.
Hay crisis que son exclusivas de la lactancia materna (es decir, solo aquellos bebés que toman el pecho las van a tener) y otras que son comunes a todos los bebés independientemente del tipo de lactancia que estén haciendo, ya que están ligadas a procesos normales del desarrollo y sueño del bebé.
Cuando aparecen estos brotes de crecimiento, tendemos a pensar que algo sucede y surge la duda de si hay algo que no estamos haciendo bien.
Muchas mujeres creen que no tienen suficiente leche y que el bebé se está quedando con hambre y entramos en un bucle de duda, angustia y preocupación. Si además recibes mensajes del entorno, de que “ese bebé se queda con hambre” pues todos esos sentimientos van en aumento.
De hecho, muchas madres abandonan la lactancia durante estos brotes de crecimiento, porque quizá no tienen el apoyo o la información que necesitan para entender lo que está sucediendo realmente, porque a pesar de que pueden ser intensas, forman parte de un proceso natural.
Por eso es muy importante hablar de ellas, para que las conozcas y entiendas que forman parte de un proceso madurativo y totalmente normal.
Antes de explicarte las distintas crisis hay (si hay más de una), quiero recordarte que siempre hay que tener en cuenta los siguientes puntos:
- Valorar si tu bebé va ganando peso de forma adecuada.
- Son orientativas. No significa que vayan a empezar exactamente en el día que tu bebé cumple los 15 días o los 3 meses.
- Cada bebé es único y diferente. No todos los bebés las manifiestan igual. Hay bebés que quizá las manifiesten más que otros y está perfecto.
¿Y cuántas crisis de lactancia hay?
Existen varias crisis de lactancia:
1.Crisis de lactancia a las 48 horas de vida.
Empezamos pronto, porque la primera crisis aparece en torno al 2 día de vida.
De repente tu bebé que dormía tranquilamente, llora y demanda continuamente.
Y lo hace sin parar. Todo el rato. Lo pones al pecho, mama pero en cuanto lo quitas vuelve a llorar y te da la sensación de que sigue con hambre. Se enfada, se mete los puños en la boca… Y piensas
¿será que no tengo suficiente leche? ¿será que necesita más?
La realidad es muy diferente, se trata de un proceso normal. Durante los primeros días tu bebé se ha alimentado con calostro, una sustancia maravillosa que tiene todo lo que tu bebé necesita, pero que viene en poca cantidad. Llegados a este punto, tu bebé necesita que el pecho comience a producir más cantidad de leche.
La leche se produce por demanda, es decir, cuanta más demanda y más estimulamos el pecho, más leche se va a producir.
Tu bebé es muy listo y lo sabe.
Por eso, quiere estar constantemente al pecho porque lo que intenta hacer es mamar más para estimular la glándula y aumentar la producción de leche. De esta forma se produce la subida de la leche y el calostro cambia a leche de transición, con mayor volumen.
2. Crisis de lactancia 15 a 18 días.
En torno a las 2 -3 semanas llega la segunda crisis. Al igual que en la crisis anterior tu bebé está de nuevo mucho más demandante. Hace tomas muy frecuentes, no suelta el pecho y si lo hace se pone a llorar. Incluso hay bebés que pasan tanto tiempo al pecho que regurgitan leche pero vuelven a pedir el pecho inmediatamente después. Y no entiendes qué le pasa, pero sabes que algo no marcha como siempre y tu bebé está más irritable de lo habitual.
¿Por qué aparece esta 2 crisis?
Pues porque tu bebé crece y se desarrolla sin descanso y eso hace que sus necesidades nutricionales también aumenten. La única forma que tiene de estimular a tu pecho para que produzca más leche es mamar más. Precisamente durante esta segunda crisis, la leche de transición se convierte en leche madura, que es la leche que vas a producir hasta el final de tu lactancia.
Es importante asegurarse de que en este punto tu bebé ha recuperado el peso del nacimiento.
3. Crisis de lactancia de las 6-7 semanas
Durante las tomas, tu bebé se enfada, arqueando la espalda, estirando las piernas, incluso tira y se pelea con el pezón.
¿Qué sucede?
Pues a las 6 semanas, la leche cambia de sabor y se vuelve un poco más salada. No todos los bebés van a percibir este cambio de sabor, algunos lo hacen pero ni se inmutan y a otros no les hace ninguna gracia y protestan cuando maman.
Durante esta crisis es importante tener paciencia y mantener la calma. Generalmente en un par de días una semana el sabor de la leche se estabiliza por completo. Lo mismo, que te decía antes, hay bebés que ni se enteran del cambio de sabor. otros si.
4. La crisis de los 3 meses.
Llegamos a la GRAN crisis. De todas, quizá esta sea la más intensa, porque a diferencia de las anteriores, que duran un par de horas o días, esta suele ser más larga.
De repente tu bebé se pone a mamar y pasa apenas 5 minutos. Te parece poco tiempo y le ofreces el pecho de nuevo, pero se enfada, se pone a llorar, no lo quiere y lo rechaza. Cuanto más insistes, más se enfada. Y no entiendes qué le pasa, porque claro… las tomas eran más largas y 5 minutos no parecen suficientes.
Además, desde hace unos días sientes tu pecho diferente. Los primeros meses notabas como el pecho se llenaba de una toma a otra. Y de repente esa sensación cambia y ya no está tan lleno como antes.
Todos estos cambios sumados al nuevo comportamiento de tu bebé te llevan a preguntarte:
Esta crisis es intensa porque combina:
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Cambios en la producción de leche
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Cambios del desarrollo del bebé
Es de hecho, la crisis es donde se producen más tasas de abandono, porque muchas mujeres no comprenden a qué se debe realmente esta nueva situación.
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Cambios en la producción de leche
En primer lugar déjame decirte que no sentir el pecho completamente lleno, o observar que los pechos gotean menos leche durante las tomas NO significa en ningún caso que no tengas leche.
Antes de los 3 meses la producción de leche no estaba del todo regulada. Digamos que tu pecho fabricaba un poco más de leche para el “por si acaso” y así asegurarse que tu bebé no se quedara con hambre. A medida que va pasando el tiempo, tu pecho y tu bebé ya se conocen muy pero que muy bien y se tienen pillada la medida. La glándula ya es una auténtica experta y lo que hace es fabricar la leche cuando tu bebé empieza a mamar y no antes, de forma que no tienes que ir por ahí con la leche puesta entre una toma y otra. De ahí que notes el pecho menos lleno. La musculatura del pecho también se fortalece, y ya no gotea tanta leche como al principio.
Imagina lo que esto supone para tu bebé, que lleva meses acostumbrado a iniciar la toma y que la leche salga inmediatamente. Ahora la cosa cambia. Tiene que acostumbrarse a esperar un par de minutos (2-3) a que la leche empiece a salir.
Y claro, esto es algo completamente nuevo, muchos se enfadan y como es lógico, protestan.
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Cambios del desarrollo del bebé
A los 3 meses el cerebro de tu bebé se desarrolla a una gran velocidad. Está mucho más alerta y empieza a descubrir el mundo que le rodea, y todo le genera curiosidad. Se da cuenta de que detrás de mamá hay un cuadro de colores, ahora una mosca que pasa volando, el timbre de la puerta que suena…. Tu bebé está mucho más atento a lo que hay alrededor que a la teta y a comer. Además, domina por completo la técnica y ahora es capaz de mamar mucho más rápido.
Tendemos a pensar que si ahora la toma se acorta y rechaza el pecho es porque no lo quiere, cuando en realidad probablemente ya ha comido todo lo que necesitaba y lo rechaza porque te está avisando de que ya no tiene hambre.
Es una crisis intensa y que a veces puede ser desesperante, pero hay que recordar que es normal, y forma parte de su desarrollo. Si tu bebé se enfada intenta calmarlo, ofrecerle el otro pecho, cambiarle el pañal, e ir probando.
5. Crisis de los 4 meses
Esta no es una crisis de lactancia, sino que es una crisis madurativa, es decir que todos los bebés la van a tener, tomen el pecho o no y tiene que ver con el sueño del bebé.
Al igual que en las anteriores, conllevan ciertos cambios en el comportamiento de tu bebé, que está mucho más irritable, llora, hace tomas frecuentes, te da la sensación que no termina de quedarse del todo saciado y se despierta más por la noche.
Cuando nacen los bebés tienen 2 fases de sueño: sueño ligero y sueño profundo. A diferencia de los adultos tenemos 5 fases diferentes.
¿Y cómo pasan los bebés de tener 2 fases a 5?
Pues practicando mucho y despertándose cada poco.
Este proceso de evolución natural del sueño hace que pasen más tiempo en un estado de sueño ligero. Es por eso que a partir de los 4 meses suelen despertarse mucho más por la noche.
Decir que cada bebé es un mundo. Hay bebés que se despiertan por la noche y ni siquiera te enteras de que se ha despertado y otros que lloran y necesitan ayuda para quedarse dormidos de nuevo. Estos despertares no tienen nada que ver con la alimentación o con que hagáis colecho. Los bebés no duermen mejor darle cereales en biberón o papillas a los 4 meses para que duerman, estos son consejos desactualizados de hace 20 años.
Se trata de un proceso madurativo del cerebro de tu bebé.
6. Crisis de los 8 meses
Otra crisis madurativa, es decir, común a todos los niños que de nuevo tiene que ver con el desarrollo del bebé.
Tu bebé llora con angustia cada vez que te separas de él. Incluso si es una milésima de segundo porque vas a coger una cosa en la habitación de al lado. Da lo mismo, que le expliques que vuelves en seguida. Cada vez que desapareces de su campo de visión llora.
Esta crisis se conoce también con el nombre de crisis de angustia por separación.
Hasta ese momento, tu bebé creía que ambos erais la misma persona. Y por fin ha descubierto que no es así. Y claro, si no sois la misma persona, mamá puede marcharse y eso significa perder a mamá, lo cual activa la alarma en su cerebro primitivo (el que se encarga de la supervivencia) generando un miedo y una angustia grandísimos. Como es lógico, se pone nerviosísimo, llorando, demandando que lo cojas y te quedes con él.
Es habitual que personas del entorno hagan referencias a su comportamiento con el “ay tiene mamitis” cuando todo lo contrario, se trata de una necesidad básica e instintiva. Perder a mamá significa peligro, y en tiempos de las cavernas, la muerte.
Ahora entenderás que con razón, tu bebé se angustia tanto.
Es una etapa delicada y cuya duración varía mucho de un niño a otro.
7. Crisis de los 12 meses
En los últimos meses has introducido la alimentación complementaria y de repente tu bebé parece que no tiene tanto apetito como antes. Cuando le ofreces la comida, se niega a comer y se vuelve más demandante con el pecho.
¿Por qué parece que ha perdido el interés por la comida?
Porque generalmente a partir del año, la velocidad de crecimiento de tu bebé se ralentiza y dejan de crecer de forma temporal. Por ello tal vez no muestra tanto interés por la comida como lo hacía antes. Si continuas con la lactancia, recuerda que tu leche sigue proporcionando a tu bebé la mayoría de nutrientes que necesita.
Eso de que a partir de los 6 meses o el año la leche ya no alimenta es una mentira cochina. Tu leche es maravillosa y se adapta a las necesidades nutricionales de tu bebé en cada etapa.
¿Y cuando se reanuda el crecimiento?
Pues depende de cada niño, pero normalmente en torno a los 15-18 meses su crecimiento vuelve a acelerarse y comienzan a mostrar cierto interés por la comida.
8. La crisis de los 2 años
Y así sin saberlo tu bebé cumple 2 años y llegas a la última crisis de todas, la traca final. Porque empiezan las rabietas.
Bueno decir que si sigues dando el pecho llegados a este punto, ¡enhorabuena!
Muchos peques se muestran mucho más demandantes a los 2 años que un recién nacido. Gritan, lloran, y claro… muchas veces hablan y saben pedir la teta. Y es normal que en ciertos momentos te sientas abrumada.
Porque además, los comentarios del entorno no suelen ser muy positivos y te deleitan con frases célebres como:
- “Todavía con la teta”
- “Tanta teta …lo estás malcriando”
- “Mira como se pone”
- «Con dientes y a la teta»
A ver, TODOS los niños van a tener rabietas. Los que toman teta y los que no. Forma parte de su desarrollo. De hecho, es una etapa muy similar a la adolescencia, de ahí que se la conozca como el nombre de aDOSlescencia.
En este momento, empiezan a hacer cosas por ellos mismos y se sienten cada vez más felices por sus logros, pero aún son pequeños y la independencia también les genera cierta inseguridad y miedo. El pecho no solo les proporciona alimento, sino que es también su lugar seguro, sinónimo de consuelo y protección y acuden a ella cuando lo necesitan.
Lo hacen para comer sí, pero también para regularse emocionalmente y sentirse seguros.
¿Qué puedo hacer para sobrellevar las crisis?
Como has visto, cada crisis tiene un motivo diferente. Unas tienen que ver con un aumento de la producción de leche, otras con un proceso madurativo del bebé, por lo que cada una tendrá unas características diferentes pero aquí te dejo algunas recomendaciones para sobrellevar las crisis de la mejor forma posible:
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Intenta mantener la calma y estar relajada. Soy consciente de que son momentos estresantes y suponen un grandísimo reto para muchas, pero recuerda que forman parte de un proceso normal y que la mayoría se resuelven en un par de días.
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Si lo necesitas, pide ayuda. Matronas, asesoras de lactancia, pediatras, grupos de lactancia. Tienes muchísimas opciones para encontrar información y recursos durante esta etapa.
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Olvídate de los comentarios negativos y las opiniones de los demás y haz caso a tu instinto y lo que creas que es mejor para ti.
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Continuar con la lactancia es una decisión personal que cada familia debe tomar en función de sus necesidades y circunstancias. Pero no tomes la decisión de dejarlo por falta de apoyo, información o comentarios ajenos. El final de la lactancia lo determinas tú y tu bebé.
CONCLUSIÓN
Espero que este artículo te haya ayudado a entender un poquito mejor qué son las crisis de lactancia y porque se produce cada una de ellas. Déjame en los comentarios tu experiencia con la lactancia, si has pasado por estas crisis de lactancia y cómo lo has vivido.
También tienes el mini curso de lactancia gratuito en el que comparto contigo los pilares fundamentales para que puedas darle el pecho a tu bebé.
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