Vale, lo sé.
“Masaje perineal” no suena precisamente a planazo de viernes por la noche.
Ni es algo de lo que suelas hablar con tus amigas mientras os tomáis un café.
Pero espera…
Porque lo que ahora puede sonarte un poco raro, incómodo o incluso innecesario, podría convertirse en un gran aliado para el parto.
¿Y si te dijera que con unos minutitos a la semana puedes ayudar a tu cuerpo a prepararse mejor, reducir la posibilidad de desgarros y ganar confianza para ese gran día?
Sigue leyendo, porque en este artículo te cuento cuándo empezar con el masaje perineal, cómo se hace y qué hacer si piensas: “no llego ni de broma”.
Spoiler: ¡hay solución para eso también!
¿Lista para descubrir un truco que (aunque poco glamuroso) puede marcar la diferencia en tu parto?
¡Vamos allá!
¿Qué es el masaje perineal y por qué es tan importante?
El masaje perineal es una técnica muy sencilla y natural que puede ayudarte a preparar tu cuerpo para el momento del parto. Consiste en masajear la zona del perineo (situada entre la vagina y el ano), con el objetivo de mejorar su elasticidad y reducir el riesgo de sufrir lesiones o desgarros durante el parto.
Pero más allá de los beneficios físicos, este masaje te permite familiarizarte con tu cuerpo, conocer una zona (para muchas mujeres desconocida) , ganar confianza y prepararte de forma activa para uno de los momentos más especiales de tu vida.
Beneficios del masaje perineal
1. Mejora la elasticidad del perineo
El masaje perineal ayuda a que los tejidos del perineo se vuelvan más flexibles y elásticos. Esto es especialmente importante en el parto, ya que esta zona se va a estirar mucho para permitir el paso del bebé. Cuanto más elástica esté la piel, mejor se adapta al momento del nacimiento y menor es el riesgo de que se produzcan lesiones.
Piensa que es algo así como cuando estrenas unos zapatos nuevos: al principio están rígidos, pero a medida que los usas se van adaptando un poco más a tu pie. Pues digamos que algo parecido pasa con tu perineo.
2. Reduce el riesgo de desgarros y episiotomía
Hay estudios que han demostrado que el masaje perineal, especialmente cuando se realiza de forma regular a partir de la semana 34, puede disminuir el riesgo de desgarros espontáneos durante el parto. Pero ojo, un 85% de mujeres van a sufrir lesiones durante este momento. Y no todas ellas, van a necesitar ser suturadas.
Otro de los motivos por los que se recomiendo realizarlo es para reducir la necesidad de episiotomías (el corte que a veces se realiza en el perineo para facilitar la salida del bebé). Pero también es importante puntualizar que hacer el masaje no es garantía de que no vayas a necesitar una episiotomía en el parto.
3. Aumenta la conciencia corporal y tu confianza para el parto
Para mi, uno de los puntos más importantes del masaje perineal es que te permite familiarizarte con tu cuerpo, explorar sensaciones nuevas y perder el miedo a esa zona tan desconocida y esto te permite aumentar tu confianza de cara al parto.
4. Puede ayudar a reducir las molestias en el postparto
Un perineo más flexible y sin desgarros importantes suele traducirse en una recuperación más rápida tras el parto. Menos dolor, menos puntos, menos molestias al sentarse o al ir al baño.
Y no solo eso, también puede influir en tu vida sexual durante el postparto, ya que permite que la zona se recupere más rápido y que las relaciones no te resulten incómodas.
Masaje perineal: ¿cuándo empezar?
Esta es una de las dudas más habituales, y tiene mucho sentido. Escuchas hablar del masaje perineal pero no tienes claro cuándo empezar. Quieres hacerlo bien, pero no sabes si es demasiado pronto o si deberías esperar un poco más.
La recomendación general es empezar a partir de la semana 32-34 de embarazo. Es decir, en el tercer trimestre. A partir de ese momento, puedes hacerlo unas 3-4 veces por semana, durante unos 5 minutos cada vez.
Si tu embarazo va avanzando sin complicaciones, incluso puedes hacerlo a diario durante las últimas semanas, siempre escuchando a tu cuerpo y según te vayas encontrando.
¿Cómo hacer el masaje perineal paso a paso?
En primer lugar busca un momento tranquilo y sin prisas. Un buen momento para hacerlo es después de la ducha. Ya que el calor relaja la musculatura, estimula la circulación y la piel está más hidratada.
Lava bien tus manos y asegúrate de tener las uñas cortas para no hacerte daño cuando hagas el masaje.
Colócate en una posición cómoda. Muchas mujeres se sienten a gusto semi tumbadas con las piernas flexionadas. Si lo necesitas puedes usar cojines para estar más cómoda. Otras se colocan de pie con una pierna levantada sobre el retrete. Esta postura viene bastante bien si te lo haces tú a ti misma.
Empezamos el masaje poniendo unas gotitas de aceite natural en las manos. Los más utilizados para este tipo de masaje suelen ser rosa mosqueta o almendras dulces. Asegúrate de que sea apto para uso vaginal y no contenga productos químicos para no irritar la zona.
Aquí te dejo varias recomendaciones que puedes utilizar:
👉 Aceite Rosa Mosqueta consíguelo aquí
👉 Aceite almendras dulces consíguelo aquí
En primer lugar, vamos a masajear la zona externa incluyendo el perineo, los labios mayores y vamos a dibujar una letra U impregnando bien el aceite en la zona. El objetivo es estimular la circulación e ir calentando poco a poco la zona.
A continuación, pasamos con el paso 2 del masaje. Para ello, introduce uno o dos dedos en la vagina (unos 3-4 cm).
- Si te lo haces tú a ti misma, es más sencillo con los pulgares.
- Si te lo hace tu pareja u otra persona, es más sencillo utilizar el dedo índice y corazón.
Vas a imaginar un reloj, con las horas de las 3 a las 9. Introduces los dedos y los colocas uno a cada lado en el interior de la vagina. Es decir, uno a las 3 y el otro en el lado contrario, las 9.
Vas a presionar ligeramente, estirando hacia los lados hasta que sientas tirantez o presión. Recuerda que en ningún caso debe doler. Si duele, aplica menos presión.
Sostén durante unos segundos y a continuación desplazas los dedos a las 4 y a las 8 sucesivamente.
Repites el mismo proceso. Y después pasas a las 5 y las 7.
Repites
Y por ultimo aplicas presión hacia abajo en las 6.
La última secuencia del masaje, consiste en introducir de nuevo los dedos en el interior de la vagina (3-4cm) y dibujar una letra “U” de arriba hacia abajo, estirando suavemente toda la zona.
Al principio puede resultarte un poco molesto, pero no debe doler. Con el tiempo, la sensación se volverá cada vez más cómoda.
Aquí tienes un vídeo de nuestro canal de Youtube en el que te explico cómo realizar el masaje:
¿Qué pasa si no llego a hacerme el masaje perineal?
Una de las dudas más comunes es: ¡SOS! “masaje perineal no llego”. Y sí, es completamente normal. A medida que avanza el embarazo, el volumen de la barriga aumenta y muchas mujeres sienten que no pueden alcanzar bien la zona del periné.
Si este es tu caso, ¡tranquila! Aquí tienes algunas opciones para facilitarte la técnica:
- Tu pareja puede ayudarte: muchas mujeres eligen hacerlo en pareja, lo que además puede ser una forma de implicar a tu acompañante en la preparación al parto. Eso sí, es importante que sea con cariño y que haya buena comunicación para que aplique la presión justa.
- Pedir ayuda a una matrona o fisioterapeuta especializada en suelo pélvico: para que te enseñen la técnica o incluso te ayudan a realizarlo de forma segura.
Y por supuesto, si a pesar de todo no puedes o no te sientes cómoda haciéndolo, no te agobies. Hay muchas formas de prepararte para el parto, y esta es solo una de ellas.
Contraindicaciones del masaje perineal
Aunque es una práctica segura para la mayoría de las mujeres, es cierto que no está recomendada si tienes:
- Placenta previa
- Hemorragias vaginales
- Amenaza de parto prematuro
- Infecciones activas como por ejemplo candidiasis o herpes vaginal
- Infección de orina activa
Si no estás segura de si puedes hacerlo o no, lo mejor es que consultes con tu matrona o ginecóloga antes de empezar.
Conclusión
El masaje perineal es una técnica muy sencilla, práctica y al alcance de todas que puede marcar una gran diferencia en tu experiencia de parto.
Recuerda: no necesitas ser experta, ni hacerlo perfecto. Lo importante es empezar, hacerlo con constancia, y sobre todo, escuchando a tu cuerpo. Si no llegas, o si no sabes por dónde empezar, recuerda que hay muchas opciones y profesionales que pueden ayudarte.
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Soy madre y matrona.
Mi objetivo es dar a las madres la información y atención necesarias para que se sientan tranquilas y disfruten de una experiencia única e irrepetible.






